sábado, 18 de agosto de 2012

El abanico de mi abuela

No es que tenga nada en contra de los abanicos clásicos, ni por asomo. Lo que ocurre es que rondaría yo los dieciocho o quizás veinte años cuando mi abuela me regaló un abanico porque estaba harta de que se lo quitara a ella para abanicarme yo. Y me regaló un abanico, pero claro... yo creo que por entonces esto era lo que había: abanicos de abuela, en realidad habría que ver si es porque sólo ellas lo utilizaban o que eran la moda del momento. Bueno aquí tenéis una foto del abanico que me regaló mi abuela



¿a qué no es para una veinteañera? Bueno, al menos eso creía y sigo creyendo yo, vamos que no lo veo yo muy juvenil que digamos. Y quiero que conste que lo conservo con mucho cariño, pero he de confesar que no lo uso nada después de descubrir los abanicos de la Escuela de Cádiz.
Creo que fue un artículo en el Diario de Cádiz el que primero me descubrió estos "abanicos divertidos", así me lo parecieron a mí, y a partir de ahí muy poco a poco hasta hoy que me encuentro matriculada ya en 2º de abaniquería en esa misma escuela. Así que me he animado a hacer este blog para que se conozcan más aún los abanicos, que no todos son "de abuela" tenemos infinitas posibilidades...

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